sábado, 30 de agosto de 2014

Crítica: Drive. La soledad del antiheroe

Hoy quiero hablar de una de las películas más interesantes de la nueva generación, una película que no deja indiferente a nadie. una película que odiaras o amaras, para algunos una película prepotente, aburrida y predecible, y para otros una pequeña gran joya de la gran pantalla. Hablo Drive (2011), del director danés Nicolas Winding Refn, que para un servidor, se decanta por la que la consideran una brillante película.Comencemos.

Empezaremos hablando del apartado artístico, donde la película expone un gran potencial, desde la fotografía, iluminación, y sobre todo, la banda sonora. La ambientación es excelente, una fotografía nítida , que juega con los contrastes, pasando de una oscuridad iluminada por luces de neón, que nos restriega  la soledad de la noche, a planos completamente iluminados, para enseñarnos planos familiares y alegres, las dos caras de la misma moneda, y que iluminación, el uso perfecto de las sombras, sobre todo, en el protagonista. Mención a parte a la banda sonora, esos ritmos monótonos, simples, graves, provocan la absorción de la imagen, canciones como Nightcall de Kavinsky para presentarnos al protagonista, A Real Hero  de College para representar la tristeza de un buen momento,porque se convertirá en un agridulce recuerdo  o la gran Oh My Love de Riz Ortolani, para representar la creación total de un monstruo implacable.Todo esto ayuda a crear una oda a la soledad, a la violencia y a la alabanza del antiheroe por encima del heroe corriente.


Y cuando digo antiheroe, hablo de su protagonista, El Conductor, un personaje que no necesita nombre, porque carece de identidad, siendo durante toda la película la representación de la soledad. Es un heroe sin pasado, que nace en la primera escena, en la oscuridad, y muere, porque el personaje como tal muere, en la luz. Un personaje que habla poco, porque lo importante no es lo que habla, si no lo que se calla, y aquí haré inca-pie, mucha gente se queja de la falta de diálogo del protagonista, siendo esto la pieza clave de la película, y es que hace lo que una buena película debe hacer, muestra pero no enseña, nuestro personaje es una persona atormentada por su pasado, que se ve envuelto en un hilo de violencia del que no puede escapar, y la película nos trata como adultos, haciendo que el personaje calle, que hablen los silencios,la imagen,la música y las miradas. Estamos ante uno de los mejores protagonista que ha dado el cine, es un personaje tan simple a simple vista, que es profundo, siendo un continuo enigma, un interrogante que no se resuelve, los demás personajes no conocen al protagonista, y la película trata al espectador como otro personaje más. Incluso cuando decide realizar una atrocidad, decide ponerse una máscara, para inhumanizar aún más a su persona, creando un monstruo, separando la persona que es y la que tiene que ser. La relación que tiene con la vecina, pese a no ser más que una relación simple y cliché, de la princesa en apuros que tiene que ser rescatada, es una de las relaciones más interesantes que he visto, siendo un resumen de esta la escena del ascensor, ambos entienden que su amor es imposible, imposible de verdad, ambos saben que todo va a salir mal, que la situación les supera,pero ambos están enamorados, ella por encontrar a su (anti)heroe personal, y él por encontrar a alguien que le trata como una persona, dos inadaptados que encuentran el uno en el otro los sentimientos que han ido siempre buscando. Una relación simple, pero preciosa. Otra relación interesante que vemos durante toda la película, es su relación con el antagonista, perfectamente interpretado por Albert Brooks, un mafioso que es la antítesis del protagonista, el antagonista perfecto, si el protagonista es callado, el antagonista es hablador, si el protagonista intenta crear un código moral, el antagonista intenta saltárselo, si el protagonista intenta evitar la violencia pero acaba envuelto en ello porque no le queda otra opción, el antagonista la busca continuamente aunque pueda haber otra opción, si el protagonista el absorbido por el entorno, el antagonista esta por encima de él. Pero a ambos le une dos punto, ambos están atormentados por su naturaleza, y de ambos sabemos realmente poco de su pasado, son dos piezas completamente distintas que encajan perfectamente. También tenemos la relación que establece con su jefe, un excelente mecánico que la vida lo devoró y escupió, que hace de figura paterna al protagonista, pese a que este le utiliza, pero al que realmente quiere y toma como hijo, pero al que el pasado no le deja escapar y las situaciones no le dejan otra salida.En resumen El Conductro es uno de los mejores protagonista del cine, y compite con Tyler Durden y Lester Burnham, como el mejor antiheroe del cine de nueva generación, que a simple vista, parece un caballero que intenta rescatar a la princesa, pero que no es más que una sombra envuelta en una armadura oxidada. Para acabar de hablar sombre El Conductor, hay que decir que está magistralmente interpretado por Ryan Gosling, que actúa con la frialdad y templanza que necesita su personaje, de 10.

La trama peca de vacía, y es cierto, es plana, lineal y simple, pero  esto no equivale a una mala historia, la película no cuenta, solo narra, el viaje personal del Conductor, y como ya he dicho ante, lo interesante de la película es lo que se muestra, pero que no quiere enseñar. La película es lo que quiere ser, una película silenciosa, oscura y sombría, si tuviera que explicar mi sensación al ver la película, sería como estar solo en una ciudad enorme de noche, lleno de luces, donde no pudiera ver las estrellas, solo contemplar lo inmenso que es el ser humano y lo pequeño que se puede sentir una persona. Porque la trama, el primer tercio de la película, quiere demostrarnos eso, la soledad del hombre nocturno, el silencio de la noche y de la carretera, para luego crear una sensación contraria, el día, la luz, la familia, el amor, el calor de la compañía, para acabar con una llamada a la violencia, para hablarnos de los monstruos del pasado, en lo que podemos llegar a hacer un hombre por lo que quiere, y la venganza del hombre tranquilo y sí, puede que la violencia sea algo innecesaria, pero el mundo es un lugar violento, esta película no puede ser menos, siendo la caracterización de esta violencia diametralmente opuesta a Pulp Fiction o en todas las películas de Tarantino, donde en ellas sus protagonista buscan continuamente el acto violento, aquí la violencia envuelve al protagonista, y no puede hacer nada para evitarla.

En resumen, un western moderno, que para mi marca la línea del cinéfilo, donde se nos presenta a un antagonista que representa la soledad, siendo menos metafórica que su predecesora "Solo Dios Perdona" ni tan exageradamente personal como su antecesora "Bronson", donde la imagen, el sonido, y los propios silencios, son mas importante que los propios diálogos.

Lo mejor: Si buscas cine esta es tu película.
Lo peor: Si buscas una película con una trama enrevesada, monólogos moralistas o finales inesperados, esta no es tu película. 

Nota: 10/10


1 comentario:

  1. ¿Para cuándo críticas de las grandes obras maestras del siglo XXI? Ya sabes, Amélie, Avatar...

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